De frenesíes

Enrojecer. Hasta las yemas de los dedos y el trasfondo de los ojos. Enrojecer, nadar hacia el horizonte, viajar sin destino, morir sin avisar, desear sin querer, odiar con toda mi alma. Y enrojecer. Que enrojezcan hasta mis pecas, hasta la más pequeña parte de mi, hasta la más dolorosa enormidad de mis sentimientos. Que enrojezcan mis suciedades. Que enrojezcan los llantos de madrugada, las cocinas explotando, los gatos de la calle, la gente que nos deja. Que enrojezcan las verdades; que enrojezcan las virtudes y los jamases. Que mueran de vergüenza las alucinaciones, que se sonrojen las mentiras, las garras, las películas, los puentes, las miradas. Que se ruboricen las putas en las esquinas y los sublimes y los perfectos y los mejores y las paredes. Que se acaloren las paredes.
Que se alejen, que lloren sus debilidades, todos y cada uno, que se vuelvan cobardes porque enrojecen y se les nota cuando algo ocurre en sus cabezas. Oh, que enrojezcan los Dioses, que se perturben los antiguos, que hasta los edificios deseen tapar sus caras con ambas manos. Que se enciendan las cámaras fotográficas, que se hipotequen los escritores en una obra más roja que la sangre. Enrojezcamos en camas, en sofás, en baños, en discotecas. Esnifémonos y enrojezcamos por ser tan valientes. Bebámonos y excitémonos por romper las normas. Acalorémonos, improvisemos moños, deshagámonos de los abrigos y chaquetas. Sofoquémonos, por favor. Demostradme donde estamos.
Y luego, sólo luego, desnudémonos. Que nada importa, porque ya tan sonrojados y enfurecidos, las ropas poco significan más que una prueba. De que somos capaces de enrojecer.

7 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Me quedo por aquí para buscar esas balas perdidas (además, después de esta entrada tan puñeteramente grande ¿quién no se quedaría por aquí?)

    Crêpes
    rellenos de
    Nutella.

    ResponderEliminar
  3. Cuesta escribir cuando alguien consigue hacer que el teclado queme tanto.

    En todo caso, mientras decido si todavía soy capaz de enrojecer o si ni siquiera eso importa... dejo aquí besos y admiración rendida y sincera.

    ResponderEliminar
  4. Te sigo. Te leere mas seguido! Buena entrada! Visita el mio (:

    ResponderEliminar
  5. "Que enrojezcan hasta mis pecas"

    ResponderEliminar
  6. Claro, me di cuenta que el blog es compartido, pero eso no quita el buen material, eheh.

    ResponderEliminar